Cuéntame
Un paso, dos pasos, tres pasos. Pero, explícame porque se dice mucho y se cumple poco, Porque hoy me sé génesis y adalid de promesas incumplidas, de silencios no queridos, no debidos, de triunfos que no superan nimiedades. Hablare y deformare este vínculo que nos une, creare el sosiego paralizante que da esperanza a diario hasta que me despierte el adiós, la muerte o la purulencia y hedor fétido que conlleva el engaño consentido; bastan los parpados para creer que hay un ojo omnipotente, en tres años, cuando la naturaleza haya actuado ¿Qué habrá? cuéntame.
Cuéntame en esta tarde, porque el humo invade mis pulmones como la niebla mi cuerpo en una mañana fría, porque no hago nada por recuperar lo que ya se fue pero podría volver. El mejor perdón se da cuando es dado en un descargo de culpas en una conversación que no se ubica en el espacio ni en el tiempo, como un sueño, como un delirio, como el Aiden…como tú. No preciso la monotonía de los días si es ausente de un segundo que la haga valedera, el segundo en el que ayer una lagrima recorrió la morena mejilla de mi madre…hoy mi mayor empresa es ser artífice de sonrisas en rostros que me resultan confiables mientras por debajo de cuerda intento satisfacer mis expectativas. Aquí, quisiera vivir en un cuento y decidir que personajes entran o no, pero algunos logran colarse por voluntad propia y modifican la trama ¿Cómo lo hacen? Cuéntame.
Parece que hoy ocupo un lugar en el corazón de varias personas, así lo expresan estas, no entiendo muy bien lo que significa e intento representarlo de la manera mas adecuada. Parece que hoy ocupo un lugar en la memoria de otros, parece que hay gran diferencia con las primeras. Cada día se me aparece como un destruir y reconstruir de fantasías pero ahora algo ha cambiado; creo mis propias fantasías y dejo de creer en la de los demás conservando solo la de algunos viejos compañeros, las que creo me siguen acezantes a cada paso; formula eficaz para sanear vicios, y virtudes camufladas en los mismos, para poder ver con los ojos cerrados. Y sí, aun sueño con las mujeres de Poe queriendo que alguna me acompañe hasta socavar este infame delirio, Ligeia, Berenice, Eleonora… ¡.Preferiría vivir al resguardo del sepulcro de Anabel Lee! Preferiría no pedir que me contara cosas y me diera explicaciones a este espejo de papel pero se hace necesario como formula para no caer en errores de vidas pasadas. En momentos de absurda melancolía quisiera que personas que hoy ya no están volvieran y en momentos de grandísima elocuencia las imagino de una manera repulsiva ¿sabes porque? Cuéntame.
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