Vida I
A veces la soledad viene en forma de declaraciones sin respaldo,y es allí cuando la nostalgia le hace preguntarse a uno si va cargar de ahora en adelante con esa pesada sensación de culpa o si por el contrario las decisiones que uno toma son acertadas.Pero siempre es esa soledad inagotable y consumidora de toda la energía, la que mira en los vidriosos ojos, ya demasiados oscurecidos para brillar, y lo hace a uno callar convirtiéndolo a uno en un ser un tanto huraño y lacónico, entonces uno ya no se halla en el espejo y empieza a buscar su imagen;en el reflejo del café,en las miradas de los demás,en el humo que se libera suavemente, en las palabras de los demás,en escritos que aumentan la nostalgia y cuentan grandes historias irreales.Y así finaliza otro día, echado ya sin fuerzas en una cama mirando la blancura del techo, pensando en lo hermosa que es la Medicina,en la bondad de algunas personas que te brindan su amistad,en lo privilegiado que eres por tener lo poco y mucho que tienes, entonces, es allí cuando en la garganta se hace un nudo y la salud mental flaquea sabiendo que algo falla,que tengas lo que tengas no puedes dejar de sentirte agobiado porque aspiras a la belleza en una frase incorregible,a un cuerpo apacible,a una conversación serena,y entre esos pensamientos me voy quedando dormido figurándome abrazar a la muerte para encontrarme con ella en mis sueños;unos bellos,otros no tanto.Hasta que amanece y mis ojos se vuelven a abrir dando gracias al azar por ser humano,por estar donde estoy,por estar con quien estoy,aceptando quien se va y a quien llega,aceptando cada reto hasta que en la plenitud del fin mis ojos se cierren una vez mas;abrazado a la muerte mirándonos fijamente y sonriéndonos cómplices de lo vivido,amantes eternos de mi delirio.
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