Reproche a la tristeza (Divagación No 17)
Tu ausencia es mi sofisma, cruel y estúpidamente vana ya que vives en mi, en cada planteamiento; fluyes por mi sangre mimetizando su color y alimentándote de esta. Un día estas en mi cerebro otro en mis dedos y así me conoces, me recorres y descubres mis secretos, mis debilidades y mis fortalezas. Una noche duermes en mi pecho y pareciera que mueres hasta que mi animo te llama y respondes al instante al oír el grito de tu padre. Ayer camino a casa te vi en la niebla flotante que merodeaba y se adueñaba de mi aliento, condensabas el humo y deformabas mi rostro, haciendo que mi mente elucubre autómata y aparezca sumisa ante ti, pero vas cediendo tu terreno, vas volviéndote mediocre y no ejerces tu oficio a cabalidad, o mejor, lo has cambiado por pereza a la irascible tarea de hacerme perder en la oscuridad mas nada logras, mas solo callas, solo te adormeces agónica y te exaltas vigorosamente para luego volver a agonizar ¿Cuándo morirás? mi inquietud y no deseo, eres la herramienta mas fructífera para mis divagaciones, para mi vida.
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