Letania


En el olor inerme de la carne fresca
se embelesa mi mirada,
húmedas entrañas descubiertas tras
el filo impío de la ciencia.
¡Letanía! soy tan solo letanía.

Mis manos se protegen con el
latex, pero la muerte sabe penetrar hasta
mi desecado corazón al que estimulan una cuantas ilusiones.
¡Letanía! soy tan solo letanía.

En mi camino hay silencios interrumpidos
por bulliciosos eufemismos que vociferan compañía
mientras que su verbo es abandono;
horribles bestias se arrastran y se aferran a mis pies,
queriendo destruir mi neutralidad.
¡Letanía! soy tan solo letanía.


Sigo con mis llagas mal curadas, pensamientos pesimistas.
palabras fútiles que esperan que digan,
mis ideas, mis rencores y mis quimeras;
sigo detallando mi mirada y me digo:
¡Letanía! soy tan solo letanía.

Comentarios

Entradas populares