Ellos (Divagación No 17)

Una mañana lluviosa y triste empapa su mirada, cuesta levantarse en un día como estos pero él debe hacerlo. Lee las noticias con desgana, más basura política y sinsentidos repetidos. De repente el timbre suena, es ella. Su cuerpo mojado insta al deseo y sigue al cuarto tímida pero sin vergüenza, vuelven a la cama de la que él no quería levantarse y sus cuerpos se confabulan en el ejercicio de la excitación y el riesgo de lo oculto. Ellos se aman.

La hora se acerca, su intento de un comienzo nuevo, una historia solo para los dos esta a 700 Km de comenzar; huyen de la nada que los ata para empezar a construir su todo y así deciden aferrarse a sus maletas y caminar hasta el aeropuerto. Estan felices mientras caminan hombro a hombro sujetados de la mano hacia la libertad, caminan rápido, quieren asegurar esta felicidad que empiezan a sentir; de repente él se detiene, suelta su mano derecha de la de ella y la aferra a su pecho para inmediatamente elevarla a su rostro para corroborar el impacto. Ella, al oír la explosión del proyectil voltea sin darse cuenta que ha impactado en el pecho de su amado, su pavor es inmenso al ver a su expareja quien la había seguido desde la salida de su casa hasta la de él, su verdadero amor. Tras uno según dos de sopor él cae al suelo intentando fallidamente soportarse en ella quien lo abraza con sus manos ya ensangrentadas observando en un instante de puro amor como él moría entre sus brazos y se hacia ausente. Con lágrimas escurriéndole por el rostro y una mirada tranquila se levanta dejando a su amado abyecto sobre el suelo, se acerca a su expareja el cual se queda estupefacto y le rapa el arma. Introduce el cañón aun caliente en su boca y aprieta el gatillo sin titubear, ella solo quiere estar con su amado.