Efigie
El presente de la duda impía
que no entiende de tu ausencia
sintiendo el gélido bramido de la noche
que susurra que no estas que no llegas
Para cuando la mano se detenga ya la mancha amorfa
sobre el suelo habrá sido decantada y el dibujo
de tu rostro sobre esta tierra roja
habrá sido desdibujada por mi viento por mi voz
por el cerrar parsimonioso de tus ojos que ya no avivan mi llama.
Entonces reclamaras con ligereza el honor de tu estirpe muerta
llorando sobre tus ruinas sin valor
queriendo volver a donde no puedes siendo esta tu condena
el respirar cual mecánica invención de carne infértil
tercamente amarrada a tus descalcificados huesos
Y te pensaras conforme y me pensaré conforme
anclándonos a suelos más firmes
en la medida del azar y la frivolidad de lo requerido
llenando el cráneo de imaginaciones de lo que no fue ni va a ser
la promesa hecha a sí mismos.
que no entiende de tu ausencia
sintiendo el gélido bramido de la noche
que susurra que no estas que no llegas
Para cuando la mano se detenga ya la mancha amorfa
sobre el suelo habrá sido decantada y el dibujo
de tu rostro sobre esta tierra roja
habrá sido desdibujada por mi viento por mi voz
por el cerrar parsimonioso de tus ojos que ya no avivan mi llama.
Entonces reclamaras con ligereza el honor de tu estirpe muerta
llorando sobre tus ruinas sin valor
queriendo volver a donde no puedes siendo esta tu condena
el respirar cual mecánica invención de carne infértil
tercamente amarrada a tus descalcificados huesos
Y te pensaras conforme y me pensaré conforme
anclándonos a suelos más firmes
en la medida del azar y la frivolidad de lo requerido
llenando el cráneo de imaginaciones de lo que no fue ni va a ser
la promesa hecha a sí mismos.
Comentarios
Publicar un comentario