Tinieblas
Hoy
mi realidad se dibuja en un ambiente húmedo que dificulta la respiración, el
aire esta viciado y las huestes de mis muertos calan en lo mas profundo de mi
percepción, he visto en pesadillas lo rostros de mis victimas, las lagrimas de
sus madres, la solemnidad del sacerdote en sus entierros, es allí, en mis
pesadillas, donde siento el acero interrumpir la continuidad de mi piel, es
allí donde me ahogo en el rojo profundo de su sangre, es allí donde estertores
me acompañan cuando la orca abraza fuertemente mi cuello. Pesadillas ¡Oh mis
bellas pesadillas!
Y
ahora el recuerdo de mi amada que no quiso entender mi razón y se alejó se une
al compendio de imágenes que infectan mi dormir, camina en camisón de seda
blanco en las oscuras laderas del camino escarpado amenazando mil Te amos con
su voz suave y melodiosa, pero, ahora, esta voz no es mas que un lamento
desesperante, llevo dos semanas sin dormir, me niego a hacerlo. Esto nunca me
había sucedido, siempre he soportado las punzadas del reducto de conciencia,
¿me estaré volviendo loco? ¡He enloquecido! Ahora solo veo en las paredes, en
la hoja, en la tinta de mi pluma, en el espejo, la imagen de mi amada en su
camisón blanco, caminando entre tinieblas, declamando mil Te amos.
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